III Congreso Nacional de Economía Social y Solidaria

Recientemente, la investigadora y consultora del CIECTI, Viviana Ramallo, participó en el III Congreso Nacional de Economía Social y Solidaria. El evento se llevó a cabo en la sede Tandil de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN) y fue organizado por la Red Universitaria de Economía Social Solidaria (RUESS).

El Congreso convocó a expertos/as y académicos/as con el propósito de promover la reflexión crítica, el intercambio de experiencias y la generación de propuestas en relación a la realidad social, política y económica del país. En este contexto, se abordaron las prácticas que se desarrollan en el ámbito de la Economía Social y  Solidaria (ESyS), reconociendo su relación con el contexto nacional y latinoamericano.

Bajo el lema «Construir otra economía para ampliar derechos y fortalecer la democracia«, se planteó como objetivo principal analizar la estrecha correlación entre la promoción de una economía alternativa y la construcción y defensa de la democracia. Se buscó expresar la necesaria reciprocidad y potencia sinérgica entre ambos aspectos fundamentales para el desarrollo de una sociedad equitativa, con perspectiva de género y justa.

En este sentido, se realizó un diagnóstico crítico sobre la denominada «insatisfacción con la democracia«, identificando como una de sus causas principales las políticas económicas que, aunque algunas de ellas pudieran tener buenas intenciones, fomentan la desigualdad, promueven la concentración económica y debilitan la autonomía y capacidad reguladora de los Estados. Ramallo -quien investiga sobre temas vinculados con la Innovación Social, Tecnologías Sociales y ESyS-  disertó en un panel en el que profundizó sobre la importancia de la construcción de una economía alternativa que promueva la justicia social y la participación democrática. En palabras de la investigadora:

“La ESyS tiene una diferente racionalidad económica, que da cuenta de numerosas experiencias de hacer economía para movilizar los recursos disponibles, sus relaciones económicas, sociales y políticas a través de un sistema de valores alternativos a los del mercado. Estas experiencias reconocen formas asociativas tradicionales -como cooperativas y mutuales- y otras tales como grupos asociativos, empresas recuperadas, talleres autogestionados, comunidades de trabajo, experiencias de comercio justo, de microcrédito, de ahorro ético, etc. Estas prácticas buscan y proponen un modelo de desarrollo donde las experiencias colectivas y comunitarias especialmente las lideradas por las mujeres y diversidades buscan generar recursos y su apropiación por parte de quienes los y las generan, permitiendo el desarrollo de las personas de manera integral donde los beneficios obtenidos se reinvierten en el mismo territorio, promoviendo procesos de acumulación a nivel local.”

Viviana Ramallo

Durante el Congreso se llevaron a cabo diversas mesas de trabajo, paneles, talleres  y conversatorios los cuales fueron el espacio central de debate. Participaron investigadores/as, académicos/as, representantes de organizaciones sociales y emprendedores/as de la economía social y solidaria. Estos espacios permitieron el intercambio de conocimientos, experiencias y propuestas concretas que contribuyen a la consolidación de una economía basada en principios de equidad de género, solidaridad y sostenibilidad.